Desde la fundación de Swarovski en 1895, nuestras prácticas comerciales se han regido por la integridad, la honestidad, el trato justo y el pleno cumplimiento de todas las leyes aplicables. Los empleados de Swarovski de todo el mundo han mantenido y adoptado este compromiso en sus responsabilidades diarias desde entonces. Es una parte integral de lo que somos y es la razón por la que la reputación de Swarovski sigue siendo, a día de hoy, uno de los activos más importantes de la empresa.